Llevo justo dos años usando mi Samsung Galaxy S2, del que he escrito en este blog largo y tendido (casi 40 posts por el momento), y ahora gracias a los amigos de Samsung España, podré probar y compararlo con el nuevo y flamante Samsung Galaxy S4. No pretende ser una comparativa muy exhaustiva, entre otras razones porque no dispondré de mucho tiempo y salgo para Porto Alegre en menos de una semana, pero será mi visión sobre las diferencias entre dos terminales que, en el caso del S2 i9100 ha sido y es uno de los terminales más usados, y el S4 i9505, su más nuevo sucesor.
Lo primero sus dimensiones físicas, más delgado este nuevo s4, aunque también algo más grande (69,8 mm x 136.6 mm con respecto a los 66,1 mm x 125.3 mm de su predecesor) y por supuesto con mayor tamaño de pantalla, 5 ‘ versus las 4.27’ del s2. La diferencia del tamaño de la pantalla se nota en muchas cosas, además de su mayor resolución, pero una de las que más me ha gustado es el teclado, que ahora es más grande y con más «teclas» virtuales visibles, y apareciendo una nueva línea por encima de teclas de números, que nos facilita la introducción de claves que usan letras y números intercalados. Ni imagináis, al menos para mí, la diferencia que supone esta nueva línea de números en el teclado virtual.
El S4 como buen sucesor, presenta otra gran cantidad de ventajas, entre otras, que es un terminal 4G (LTE), bluetooth versión 4 (versus la 3 del S2), mejor resolución de las dos cámaras (en la principal se pasa de 8 a 12,8 megapixels). Solo encenderlo ya se notan diferencias, en velocidad de arranque, en luminosidad, e incluso en el sonido de inicio del terminal, mucho más sonoro. Y el tacto también es distinto, aunque en este caso, me gustaba más el rugoso del S2 que el de «plástico espejo» y resbaladizo del S4.
S4 vence en casi todo. Ni que hablar de su procesador, Quad-core de 1,9 Ghz versus Dual-core de 1,2 Ghz, o su memoria RAM que también se duplica (de uno a dos gigas), e incluso trae una ultimísima versión de Android, la 4.2.2 (aunque ya sabemos que en el s2 también se puede poner, no es la oficial). Lo único más ventajoso del S2 es que es algo más ligero y más pequeño, pero realmente son detalles imperceptibles. Y que presenta una pantalla mejor, ya que el s4 trae una Super Amoled y el S2 una Super Amoled Plus.
Como dato curioso, el que los cables ahora son blanco en lugar de negros como siempre han sido, algo que realmente no sé si hacen para parecerse a su principal competidor o porque es más «cool» el blanco.
Otro detalle diferenciador es la duración de la batería del nuevo S4, a costa evidentemente de un mayor tamaño y capacidad.
Si solo nos basáramos en características la respuesta y decisión es obvia, hablamos de comparar un terminal del 2011 con uno del 2013, y dos años en tecnologías es una eternidad. Ahora bien, ¿merece la pena hacer un desembolso tan importante, rondando los 600 € y cambiar de terminal? Esta es realmente «la pregunta del millón», ¿no os parece?
No he tenido oportunidad de probarlo a fondo, es decir, lo he usado un par de días pero de forma muy puntual, sin meter una tarjeta SIM y llevarlo encima todo el tiempo, por lo tanto, igual la impresión que tengo no es completa. Pero comparado con mi anterior S2, creo que realmente no merece la pena el precio que supone. Me explico, si no dispones de un terminal o el que tienes es muy limitado, lo consigues por una renovación de terminal (algo que creo ya es imposible en España), o financiado a un coste muy bajo, perfecto, es un gran terminal y sin lugar a dudas, notarás sus grandes prestaciones. Pero si tienes un terminal de gama media-alta, o bien dispones de un terminal de gama alta algo desfasado (hablamos de un S2 o similar segmento) yo realmente no noto que la diferencia de prestaciones compense el desembolso de esos 550 o 700 €