Es comprensible que la situación de trabajo desde el hogar –dada la situación global hoy en día-, en la que muchos de nosotros nos encontramos, sea la ideal, mas no la no la ideal a largo plazo. Debemos evolucionar!

En la industria de la tecnología – ¿que no se basa en esta industria hoy día? -, pasamos la gran mayoría de nuestro tiempo en una «oficina«.

¡Todo! desde pequeñas cuestiones, hasta complejos y masivas desafíos funcionan a base de tecnología… antes de esta crisis global, invertíamos mucho tiempo en estos entornos,en nuestro acostumbrado espacio físico empresarial de trabajo. Para los que trabajamos tras bambalinas construyendo TODO cuando el usuario final utiliza, los que damos a luz todos esos milagros de la tecnología, la realidad no es tan diferente. al menos en empresas nacionales.

A raíz de la endemia las escuelas están cerradas, los niños están en casa, algunos proveedores de servicios (ISP), tienen inestable el acceso a Internet, no hay cafeterías para quedarse. Y bueno, existe algo de repulsión y revuelta en toda la noción de esta experiencia de Work from Home o trabajar desde casa (WFH), incluso cuando las grandes compañías tecnológicas dicen que la ofrecerán de forma permanente WFH como parte de esta “nueva normalidad”.

Imagen tomada de Internet

La verdad es que «WFH o trabajar desde casa«, es una marca terrible precisamente porque no comunica una libertad fundamental para los seres humanos –la libertad de movimiento o transito-, porque parece que no viene con estas nuevas formas de trabajo. No se trata de encarcelarnos en nuestros hogares, se trata de capacitarnos para pensar y trabajar exactamente donde somos personalmente más productivos, más felices, más libres, más creativos.

Debido al COVID-19, estamos secuestrados en nuestras propias casas, tanto que cuando esto pase, todos querremos correr a la oficina así tengamos el chance de hacer WFH. El resultado sera que el WFH estará devaluado.

El punto central de la flexibilidad que brinda WFA, es precisamente que abre el horizonte para que al final se pueda trabajar desde cualquier lugar (Work from Anywhere o trabajar desde donde sea).

Puede ser entonces que evolucionemos de tal forma que tu hogar puede ser una cafetería, el hospital donde se encuentra un familiar enfermo, una playa, la casa de un amigo, un hotel, un aeropuerto, etc.

Un regreso a una “nueva normalidad” desde el claustro en que hemos estado en secuestro voluntario, debe construir el punto de flexibilidad para desatar nuestros horarios y el estrés asociado con ellos (movilizarse a esa oficina en medio de un tránsito imposible, la presencia física como medidor de rendimiento, etc.), y permitir que nuestro trabajo suceda donde queramos.

Al término de esta crisis, muchos de nosotros elegiremos trabajar desde nuestra casa y muchos de nosotros volveremos por el puro habito al mismo ambiente de trabajo todos los días, incluso si no es nuestro hogar. Está bien. La flexibilidad no significa cambiar constantemente todo, significa que podemos cambiar las cosas cuando queramos y necesitemos.

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Para las empresas, el desafío es cómo potenciar una verdadera cultura de WFA, que es mucho más que el binario de «en la oficina» o «en casa«. «Trabajar desde cualquier lugar» significa literalmente cualquier lugar, incluida la misma oficina en que normalmente laboramos. Ahora bien, flexibilidad significa adaptar nuestros horarios y nuestras ubicaciones geográficas para los tipos de trabajo que debemos hacer. Ósea, WFA encapsula perfectamente la libertad y el dinamismo que nuestras libertades merecen y que generaran un clima creativo y productivo que al final beneficiara a nuestro empleador.

Si, si, ya sabemos que los temas políticos, como los seguros laborales, los contratos de trabajo, etc., deben ser traídos a valor presente, no por el empleador solamente, sino por la legislación generada por los mismos gobiernos de los países donde operan los empleadores… Todo un tema que merece un espacio aparte de discusión y reflexión.

Otro elemento es la discusión entre los ejecutivos de hoy sobre el costo. Pero, ¡sorpresa! las oficinas son caras, el espacio de oficina por empleado ha disminuido en las últimas cinco décadas debido a la presión de los costos, lo cual es una razón para el uso de oficinas abiertas en comparación con las oficinas con puertas cerradas, la razón es obvia… compartir un mismo espacio entre varios colaboradores y generar ahorros. Y si, los ambientes abiertos propician una mayor colaboración, más sinergia para el trabajo en equipo, más dinamismo, más productividad, un ahorro importante en obras civiles para el diseño personalizado de espacios y finalmente, un fuerte ahorro en la suma final. Es decir, es más costoso que geo-posicionar el talento humano en espacios por los que no pagamos, que consuman energía que no llega al fin de mes en la factura de la compañía, que usen el acceso Internet que no costea la compañía, etc. Estas variables favorecieron el WFH y el WFA y como consecuencia natural, se hacen más populares a medida que la Internet de banda ancha se expande y las empresas buscan nuevas formas de reducir sus costos.

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Ahora bien; WFA puede ahorrar más dinero a las empresas, mientras extiende el bienestar, la productividad, la creatividad y la resolución de problemas complejos de sus colaboradores en la entrega de sus objetivos productivos.

Lo que estamos viendo en el horizonte laboral es, que lo que alguna vez fueron grandes complejos de oficinas, se convierten en un puñado de lugares más pequeños, con presupuestos de viajes y alimentación que compensan con creces cualquier ahorro de costos inmobiliarios.

Esta nueva flexibilidad en el lugar de trabajo, no se trata solo de ahorrar dinero, ni del distanciamiento social a largo plazo. Al final, es una inversión en salario emocional que compensa en intangibles en el bienestar de los colaboradores, potencia un incentivo a la productividad y de manera sinérgica, una mejora significativa en la rentabilidad y la productividad.

En este día...


Marvin G. Soto

Ingeniero, CEO, CTO, autodidacta, académico, investigador, speaker Internacional, emprendedor, disruptor, consultor, aprendiz de Journaling, pensador, innovador, enamorado de su profesión, apasionado por las letras, humano, esposo, papa… de dificil renunciar, lejano a rendirse…

1 comentario

Placas solares Madrid · 01/04/2024 a las 5:15 PM

Toda la fuerza a los compañeros.

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