Como dice el artículo, el Ayuntamiento de Marbella es el segundo más grande de la provincia de Málaga y el 8º de Andalucía, tiene una superficie de 117 kms. cuadrados y una población de 130.549 habitantes -según el censo de 2008-, y una vez más, se destaca en el panorama nacional por despilfarrar el dinero público.
Lo que inicialmente parecía una excelente noticia:
EL AYUNTAMIENTO DE MARBELLA, DE CAMINO A LA E-ADMINISTRACIÓN
y lo peor de todo, la publicación lo cataloga como caso de éxito, es en realidad un nuevo ejemplo de una administración que apuesta por lo caduco, lo desfasado, lo cerrado, lo privativo, la inseguridad, … en resumen justo por todo lo contrario a lo que una administración electrónica debiera apotar: la transparencia y la libertad democrática en las tecnologías. Lo peor es que siguen convirtiendo al ayuntamiento y por lo tanto a todos los marbellíes en esclavos de una empresa, en los designios o intereses mercantilistas de la misma, y alargan la esclavitud. Mi pregunta ahora es ¿es moral que un Ayuntamiento ponga en manos de una empresa nacional o multinacional norteamericana los datos de sus habitantes, sus gestiones diarias, sus datos más personales sin que sepamos que es lo que realmente hacen con ellos?
Ruego encarecidamente que, si no lo has hecho, leas el artículo anterior, y comprenderás lo que es una administración que apuesta por sus ciudadanos, por la libertad y la transparencia tecnológica, para luego continuar con esta lectura, porque desde luego, es la forma más sencilla de llegar al grado de tristeza que puedo tener en estos momentos.
¿Como son posibles dos noticias del mismo día, ambas sobre la aplicación de las tecnologías en las administraciones públicas, y ambas con enfoques tan opuestos?
‘Software libre’ para gobiernos en crisis: Cada vez son más las administraciones públicas, incluida la española, que acuden al código abierto para reducir costes
El Ayuntamiento de Marbella otra vez despilfarra el dinero
¿Como es posible que mientras cada día más gobiernos apuestan por sus ciudadanos, por la libertad tecnológica, los valores democráticos y transparentes, otros sigan empeñándose en apostar por el ocultismo, lo cerrado y lo caduco? ¿no quieren todos nuestros dirigentes el beneficio de sus ciudadanos? ¿no deben éstos velar por los mejores intereses de la ciudadanía y de los servicios que se ofrecen a la misma?
La LEY 11/2007 de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos es y era una magnífica oportunidad para que las Administraciones Públicas actualicen sus servicios de e-administración y la forma de comunicarse con los ciudadanos, es una magnífica oportunidad para la transparencia tecnológica, para la apuesta firme de los estándares abiertos, la no discriminación de los ciudadanos,…y sin embargo, como en el caso del Ayto. de Marbella, será una oportunidad para seguir siendo esclavos de un único proveedor informático.
Lo mejor de todo ya no sólo es ser conscientes de los elevados costes que supone seguir en esa misma línea, a los costes expuestos por el artículo hay que sumar el de todas las licencias de Microsoft, sus diferentes versiones de escritorio (Xp, Vista,…), las de servidor (2000, 2003, 200…), las de sus bases de datos,… que aunque no nombran pueden ser muy superiores a los citados, es desperdiciar la oportunidad de apostar por la modernidad, los nuevos servicios, la nueva e-administración y la creación de mayor riqueza empresarial y de empleos en la zona, en un momento de crisis como el actual.
3 comentarios
Venan · 06/03/2009 a las 3:02 PM
Yo tengo una duda, supongo que las gestiones que realiza el ayuntamiento de Marbella con sistemas informáticos son las mismas que tiene que realizar el de Jerez, Sevilla, Bilbao, Sestao, Lugo o Sanlúcar de Barrameda. Siendo esto así, qué necesidad hay de que cada uno de los municipios realice sus propios desarrollos cuando un ente supramunicipal o ministerial (MAP o quien sea) podría realizar el desarrollo de una plataforma común centralizada, fiable, segura y eficaz y que permitiera una pasarela de acceso a los ciudadanos a través de internet?
Por qué en el caso vasco, que es el que yo conozco tiene que haber un ente denominado EJIE a nivel autonómico, otro equivalente en Vizcaya, en Gipuzkoa y en Álava, y a la vez cada uno de los Ayuntamientos con sus propias empresas para-municipales para realizar una y otra vez los mismos desarrollos?
Si se han reunido todos ellos y han creado una empresa para gestionar los servicios de firma electrónica, que establece una plataforma común para todos ellos, no se puede hacer eso en el resto de los ámbitos?
Y el desarrollo realizado por unos, no puede ser a su vez usado por otros territorios, administraciones y/o autonomías?
Soy muy cortito y no acabo de entenderlo ni consigo encontrar a nadie que me lo explique con palabras llanas.
Ramón Ramón · 07/03/2009 a las 9:07 PM
Gracias Venan, lo de cajón es lo que tu dices, pero.. a mí me ocurre como a tí, que sigo sin comprenderlo, de ahí que este tipo de cosas me provoquen bastante indignación.
Saludos
Pietro Zuco · 08/03/2009 a las 3:35 PM
A Microsoft le sobra el dinero y seguro que tienen una cuenta destinada solo a un único fin: «Pagar políticos corruptos para pongan una firmilla»
¿Realmente es que el Ayuntamiento de Marbella no entiende el software libre? Los burócratas que al final firman seguramente ni siquiera saben usar el correo electrónico, no entienden absolutamente nada más allá del mando a distancia de la tele. Ellos no son conscientes que dejándose corromper, bueno digamos «convencer», por ciertas empresas, para no decir «la miserable empresa de siempre», al final acarrean un daño muy grande a la sociedad, a su futuro, al futuro de la tecnología, de la información y de todos.
Es como el que tira una botella de plástico al mar. En fin, es una botella más, ¿que daño puede hacer?
Esa mentalidad es la que nos llevará siempre a la autodestrucción.
Lo importante no es si el Ayuntamiento despilfarra dinero. Eso lo hacen incluso sin malas intenciones, solo por mera incompetencia. Lo grave es que, aunque Windows le saliera gratis, no deja de ser un daño para la administración pública y la sociedad. Fomentando el monopolio, fomentando la desinformación, la inseguridad y sobretodo la Dependencia tecnológica.